jueves, 16 de junio de 2011

Verano

Verano

La radio suena pero no escucho. Me quedaría aquí por toda la vida. Parece como brisa cálida de los días de verano, no aquel sol abrasador que nos hace sudar como si fuésemos hielo derritiéndose, si no el sol que vitaliza nuestro interior con vida.

Pero no es sol, es sangre. Roja y pura agua vital que corre por los ríos del día. Me quedaría aquí eternamente, pero no puedo. Cada vez se escucha menos, apenas un susurro en el viento. Pero a cada momento es más cálida la sangre. Recuerdo tardes de invierno sentado frente a la estufa, días primaverales viajando con el sol en mi rostro, otoños de rojos atardeceres mientras hojas de miel llovían del cielo. Y recuerdo el verano, dando vida. ¡Qué ironía que el mismo verano me la esté quitando!

Finalmente el sonido se apaga y la sangre habla. Dice adiós en una palabra. Yo me quería quedar para siempre, con aquel calor que hacía olvidar el dolor. Pero debo irme, hacia el frío y el silencio. Me marcho también para siempre, sumido en este verano amargo.

Y cuando termino de escuchar el adiós, el verano se ha ido con la marea. Va al mar del olvido dejándome solo. El silencio del sepulcro me recibe en el vacío: el frio abrazo de la nada.

By Santiago Fernández

domingo, 29 de mayo de 2011

Luz en la lluvia


La primera vez que aparece la luna

No hay hombre que se vuelva lobo.

Así como con la primera lluvia,

Ningún corazón se derrama por los ríos.


Sin miedo surgen luces

En una húmeda oscuridad,

Como si cada perla derramada

Se tornase en llamas,

En vela de cristalina paz.


Son héroes.

Salvación para el caído

Y alivio para el dolor.

Agua en el desierto de la nada

Que emana desde el cielo de la inspiración.


Así termina la sequía en el vacío.

Brota la semilla de la luz.

Se abre en la tierra como nubes en el cielo,

El agua que alimenta mi ser.




martes, 10 de mayo de 2011

Romance de la Luna y el Sol

Romance de la Luna y el Sol


El sol lanza sus rayos como adorables besos de luz.

Beso.

Beso.

Beso.

La luna los recibe y los refleja, radiante como una novia.

By Camila Quintero & Santiago Fernández

Recuerdo Del Lago

Recuerdo Del Lago

Observando aquel viejo árbol
con el corazón dibujado,
estaba yo,
memorando los recuerdos del pasado.

Como una niña inocente
vinieron a mí los recuerdos de mi abuela Lala
donde nos contaba historias ya olvidadas.

Fue en aquel pueblo lejano
donde lo conocí.

Mirada penetrante, sincera, cristalina.
Como aquel lago donde nos bañábamos desnudos.
Una sonrisa que me cautivó desde el primer instante.

Aún lo recuerdo así...

By Camila Quintero & Santiago Fernández

lunes, 24 de enero de 2011




Galaxia cerrada


Entre estrellas fugaces que resplandecen en la nada

Viaja mi corazón latiendo por la vía láctea.

Arde, quema y brilla.

Es mi cometa privado, pide un deseo.

A la tercera mañana sin lluvia será concedido.

Cuando lo mires orbitar tu alma,

Que es el sol que atrae su incansable girar,

Cierra los ojos y sueña.

Espera el día anhelado

Cuando en apacible silencio

Alcance tu espíritu y colisione en tu ser.

Big-bang de sentimientos creará,

Galaxia sin planetas y sin lunas

Sin astros sólo un centro,

Un sólo corazón, un sólo ser.

Esa será mi galaxia, mi galaxia cerrada.


By Santiago Fernández.



jueves, 26 de agosto de 2010

Historia Verídica

Hoy quiero compartir un cuente corto del maestro Julio Cortázar. No les tomará más de 1 minuto leerlo (dependiendo su nivel de lectura), pero a mi parecer en su lacónica extensión, radica su riqueza.

Historia verídica

A un señor se le caen al suelo los anteojos, que hacen un ruido terrible al chocar con las baldosas. El señor se agacha afligidísimo porque los cristales de anteojos cuestan muy caros, pero descubre con asombro que por milagro no se le han roto.

Ahora este señor se siente profundamente agradecido, y comprende que lo ocurrido vale por una advertencia amistosa, de modo que se encamina a una casa de óptica y adquiere en seguida un estuche de cuero almohadillado doble protección, a fin de curarse en salud. Una hora más tarde se le cae el estuche, y al agacharse sin mayor inquietud descubre que los anteojos se han hecho polvo. A este señor le lleva un rato comprender que los designios de la Providencia son inescrutables, y que en realidad el milagro ha ocurrido ahora.

FIN


lunes, 9 de agosto de 2010

Deseo


Tengo ganas de escribir. Algo. No sé qué. Un libro, una novela, un cuento o un poema. Pero algo. Que sea pronto, lo antes posible. Lo necesito, aunque hay una barrera que me impide dar el primer paso. ¿Será la falta de temática, ausencia de inspiración, necesidad de motivación extrínseca, quizás? Una amalgama de ellas diría yo. Quizás aún necesita conectar los cables de escritor que supongo existen en mi cerebro.

Aunque lo más probable sea el miedo. Miedo a no aceptar lo malo que pueda llegar a ser. Porque pienso que no avanzo en el sendero, que quizás he retrocedido. Tengo miedo a no saber ocupar el lenguaje, a aburrir, a fracasar, a no ser capaz.

Entonces el egoísmo se apodera de mí. No debo pensar en los demás. Esto lo hago por mí, solamente para mí. Porque no creo que deba escribir para terceros, pensando en lo que a ellos les gustaría. Menos aún, escribir pensando en publicar y ser éxito de ventas. Es casi como prostituirse, entregar algo de sí por el dinero. Algo que es tan propio, íntimo, que sale del alma. Es aquella mi visión personal, quizás en esto difiero con tantos escritores blogeros que habitan internet.

Quiero escribir. Pero aún no lo haré. Debo tomarme el tiempo, idear un proyecto en mi mente y prepararme. No esperaré inspiración mágica, ni una investigación mercantil. Aguardaré el momento exacto en que esté preparado. Lo haré por mí, egoístamente, pero también por entregar algo hacia los demás. Una verdad, un camino, una fuente. Entregar pedazos de existencia sobre mi persona. Inspirado en Kafka, como él dijo: "La literatura es siempre una expedición a la verdad".


miércoles, 4 de agosto de 2010

Al Borde

Al borde



Música para mí.

Solo escucho aquella canción.

— ¿Por qué cuando se manipula el tiempo, se piensa en detener el reloj?

—El reloj sólo gira

—El tiempo es una ola gigante, que manecillas nunca podrán detener.

— ¿Por qué la música nos transporta hasta el borde del recuerdo?

—La música son solo ruidos.

—Pero nunca entramos en el recuerdo, somos meros espectadores.

— ¿Por qué la memoria deja huellas en el sendero?

—La memoria es invisible.

—La memoria tiene alas para volar, jamás pisa el suelo.

Una canción atemporal, arruinada con risas burlescas, trae materia onírica hacia la penumbra de la conciencia. Soñar despierto, escribir de día, detener el tiempo, llegar al borde, saltar el precipicio y…

Volar.