martes, 22 de junio de 2010

Rain


Hay un vacío en mis oídos. Un fragmento que se escapa al completo concierto que me llena como luz al día. Lo siento, distante, como un recuerdo incapaz de concretarse. Aquel sonido melodioso, armónico, la única música que acompasa a mis pensamientos, que inspira desde su altura a divagar entre los más recónditos mundos de la mente, ya no está. Cuánto quisiera que volviese por mí.

Desearía que cayese del cielo. Que me limpiara con su purificadora luz cristalina. Nubes, lluevan hoy por mí. Envíen su líquida alma a completarme nuevamente, a llenar el oscuro abismo que en mi alma se ha forjado. Soy un ente carente de pensamientos sin ella. Cuando a su acompasado ritmo entona melodías para mí, puedo soñar, crear, volar. La perfecta musa de inspiración. El don de la naturaleza que me ha sido concedido.

Aunque sea por un fugaz instante, vuelve. Regresa como una llovizna matinal, como una suave bruma volátil, como un dulce rocío bañando el nacimiento de la mañana. Aunque fuese un segundo, demuestra que estás ahí, en el cielo, dispuesta a acudir en mi llamada, a socorrerme en mi vegetal estado intelectual.

Cae en mí. Canta en mí. Llueve en mí. Porque gracias a ti es que siento la vida corriendo por mi mente. Siento aquel canal que fluye corrientoso. Agua que me hace ser aquel que deseo ser. El que me trasforma en el pensador que siempre imagino en aquellos sueños que sin lluvia, nunca serán realidad.


2 comentarios:

  1. Santi, me has emocionado con un detalle: has escrito en primera persona. Creo que no te había leído algo así.
    Y casi casi me hiciste amar la lluvia... <3

    te quiero!!!

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  2. Naty, ni siquiera yo me había fijado en ese detalle!!!! Tines razón, no había escrito nada en primera persona...y fue sin premeditarlo, sólo salió. ^^

    Te quiero mucho!!!

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